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Tete tuvo la mala suerte de llegar a una casa, pero no a un hogar. Se escapaba continuamente para ganarse la vida y buscarse alimento, lo conseguía ganándose el cariño de todos los vecinos. Tantos años de entrenamiento han dado su fruto y ahora no hay quien le gane en el arte de pedir chuches, ningún voluntario puede resistirse a sus encantos. Tete es un gran perro, de esos que decimos que son “fáciles” muy sociable y cariñoso, se adapta bien a todo, un todoterreno. Eso sí, con una gran energía y siempre dispuesto a un buen paseo. Es verdad que nadie la enseñó a convivir en una casa, ni experimentó lo que es tener una familia de verdad. Necesitará aprender ciertas cosas. Tete es un auténtico glotón que se vende por media galleta de las pequeñas. Además, es tendente a engordar, por lo que procuramos darle el pienso medido. Aunque su leishmania está controlada, necesita que sea vigilada.